Las malas sensaciones se confirmaron la siguiente semana al ofrecer una pésima imagen en casa frente al Villarreal cayendo derrotados por 0-2 sin ningún síntoma de posible reacción, además jugando contra los futbolistas suplentes del club amarillo, y obteniendo un resultado que dejaba a los castellonenses definitivamente en puestos Champions. El público terminó indignado con la imagen que dieron sus jugadores, se perdió la confianza en el técnico vasco, y desde la grada Peter Lim vio la mala imagen del equipo.